Alocasia, borraja, talleres / Alocasia, Starflower, Workshops
Mis últimos talleres de poesía en una temporada. Flores poco sospechosas. Borraja silvestre. / The last workshop rounds I'm offering for a while. Inconspicuous greenish flowers, Borago Officinalis.
[English version below]
Hola, mis líquenes.
Si no podéis ver correctamente este mensaje en vuestro correo, podéis leerlo en este enlace: Alocasia, borraja, talleres (en substack).
Hoy quería contaros algo que no tengo excusa para no haber dicho antes: en marzo me publicaron dos poemas en la revista literaria online Alocasia. Me encanta formar parte de esta publicación, porque, como dicen en su web [traducción propia]:
Publicamos todo tipo de escritura creativa de autoría queer. Esta es una revista sobre plantas, jardines, jardinería, parques, y horticultura de interior. Por favor no nos enviéis textos que no sean sobre plantas.

Aprovecho para contaros un par de cosas de la alocasia, que es el género de plantas que da nombre a la revista: son de rizoma (bulbo perenne) y aunque en la actualidad se cultivan en todo el mundo como planta ornamental, son originarias del trópico y subtrópico australiano y asiático. Como siempre, comparto la descripción de wikipedia, porque no sé si están traducidas muy literalmente o qué, pero tienen un lenguaje que me hace mucha gracia:
Las hojas son cordadas o sagitadas, creciendo de 2 a 9 dm sobre un largo peciolo1. Sus hermosas flores son apenas visibles, ya que se encuentran ocultas entre las hojas [en la versión en inglés de wikipedia sobre esta planta dice que las flores son poco sospechosas]. Los tallos son comestibles, pero contienen ácido oxálico que puede paralizar la lengua y faringe.
Los humanos con sus cosas.
Permitidme, antes de enseñaros los poemas, ✨una breve pausa publicitaria✨:
Este mes y el que viene voy a hacer las últimas sesiones de mis talleres, al menos hasta dentro de una temporada, así que si os apetece asistir y no lo habéis hecho todavía, ¡este es el momento! Todavía no tengo fecha para Ecopoesía gótica-punk, pero me podéis enviar un mensaje respondiendo a este newsletter (o dejarme un comentario en este post de substack) si queréis que os apunte ;).
Toda la información y formulario de inscripción para asistir a Ecología queer aquí → https://forms.gle/Ky7Lch5rdyrNmmyx8 (fijaos en las facilidades de pago que propongo: si queréis venir, tenéis que venir <3).
Ahora sí os dejo aquí un enlace a los poemas que me han publicado en Alocasia: Borago Officinalis as Pleasure y I Am the Fire, y I Am the Forest and I Am a Witness Watching It. Y estas son mis traducciones al castellano:
[Contiene alusiones al suicidio.]
Soy el fuego, y soy el bosque y soy el testigo que observa
Así que hoy me he puesto mi camisa blanca
Por lo menos puedo estar arreglada, salir y que me vean limpia
E iré al trabajo, e iré a dormir
Y amaré las cosas más pequeñas, amaré algunas cosas más pequeñas
A Burning Hill, Mitski2
La colina ardiendo de mi cuerpo lo es todo y todas las cosas: el fuego, el bosque, el testigo, las ascuas, los bomberos sedientos, el limpio político que les aprieta las manos, los iracundos restos muertos de los árboles que llueven, la luz que calienta las manos, la luz que seduce los ojos, el calor que inunda los ojos, las tamujas de pino uniéndose al cielo, las hojas de papel que no serán, las frutas que ya no se pudren, las nubes de picazas que se fueron, los topos que no pudieron, el sol impaciente, el suelo volviéndose gris, el suelo volviéndose paritorio, el ritmo al que las hojas de encina estallan cuando llega la llama, la luna que no está, la luna que en realidad siempre está, el río haciéndose aire haciéndose agua, los hilos de mis dedos atados a mi cintura, los hilos de mis dedos tirando de mí, la camisa blanca con la que morir, la camisa adecuada para meterme por los vaqueros, las cosas más pequeñas que no esperan por mí, las cosas más pequeñas que puedo hacer, las cosas pequeñas que desconozco y vienen a buscarme, las cosas más pequeñas que quizás quieran tenerme cerca.
[Ojo: contenido sexual aunque no explícito.]
Borago Officinalis como placer
Un año pasó en el que me recogías de clase, cada viernes, me esperabas fuera, con tu pose de seis-años-mayor-que-tú. Caminábamos hasta la casa de mi madre, comíamos, sesteábamos, y yo siempre cumplía, creyéndome saciada porque tú lo estabas. Pero esa tarde de primavera, mi mano hambrienta encontró por accidente lo que siempre había estado entre mis sábanas verdes claras, escalando por mis pantorrillas: inesperada clorofila, el más cálido destello índigo subiendo por mis muslos. Sí. Todavía no sé cómo llegue a la conclusión de que lo mejor que podía hacer por mí era agarrarte y usarte. Sí. Estambres cubriéndome los ojos y aunque ciega no dejo de mover la mano. Sí. Ahí. Dulce nada. Por primera vez llegué a mi destino, diecisiete, flores de borraja inundándome el colchón, un tonto novio en pánico. Duramos otro año, gracias a mi mano aprendiendo a usar tu de otro modo trivial masculinidad. Gracias. Sí.

Borago officinalis, también llamada borraja. Igual habéis comido los tallos alguna vez, aunque las que se cultivan para consumo humano tienen las flores blancas. Rompo una lanza en favor de esta planta, que no merece haber originado la expresión quedarse algo en agua de borrajas; bien lo dice wikipedia:
El origen de la expresión hace referencia al sutil sabor y escaso poder nutritivo del caldo hecho con borrajas, a pesar de que su limpieza y cocción exigen el mismo cuidado en su elaboración que cualquier otra verdura más sabrosa.
Hablé de esta planta en mi primer newsletter, ¡que envié el 18 de junio de 2020! Fue cuando empecé a identificar plantas con la aplicación de PlantNet (que siguen sin patrocinarme, pero sigo estando encantada con ella) en esos paseos restringidos de las primeras olas del covid. Le he cogido cierto cariño desde entonces a la borraja, especialmente a sus flores de color índigo.
Eso es todo por hoy. Os agradezco infinito si podéis compartir este newsletter con alguien que creáis que le puedan interesar los talleres, que ya sabéis lo difícil que es conseguir que se apunte gente suficiente.
Gracias por leer, y hasta pronto <3.
[English version starting now!]
Hello, my lichens.
In case you can’t read this properly on your inbox: Alocasia, Starflower, Workshops (on substack).
Today I wanted to tell you about something I don’t have any excuse for not haven’t done it yet: back in March I had two poems published on Alocasia Magazine. It’s so cool being a part of this publication. Just look at their mission statement:
ALOCASIA accepts creative writing of all genres from queer writers on a rolling basis with no reading fee. […] This is a journal about plants, gardens, gardening, parks, and indoor horticulture. Please don’t send us work that isn’t about plants.

I’m taking this chance now to tell you a bit about alocasia itself, the plant that gives the magazine its name: it has been used as ornament over the world for many years, but it was originated in tropical and subtropical Asia and Australia. As always, I’m fascinated by wikipedia’s descriptions of plants and their dubious wordings:
The large, cordate or sagittate leaves grow to a length of 20 to 90 cm (8 to 35 in) on long petioles3. Their araceous flowers grow at the end of a short stalk, but are not conspicuous [I’m in love with this wording]; often hidden behind the leaf petioles.
I’m also very amused by the fact that this plant is pretty toxic, but is still eaten by humans in some areas.
Before I link you to my poems in Alocasia, allow me ✨a little promotional space✨: this July I’m offering my last workshop rounds for a while, so if you haven’t attended but are considering, ’tis the time!

Here’s all the Queer Ecology workshop information and sign-up form (Saturday 20th July, 10am - 12:30pm CDT) → https://forms.gle/2k1hmTafTnX1vqEu6.
And here’s all the info and sign-up form for the Goth-Punk Ecopoetry workshop (Thursday 25th, 5 - 7.30pm EDT) → https://forms.gle/Kbhz7VJkcCWNmDVX8.
In both cases → please keep in mind the payment plan I propose, please; if you want to be there, I want you there ;).
Ok, ok: now the link to my poems in Alocasia: Borago Officinalis as Pleasure y I Am the Fire, and I Am the Forest and I Am a Witness Watching It. [Content Warnings: the first one has non-explicit sexual content, and the second one has allusions to un-aliving oneself4.]

Borago officinalis, also known as borage or starflower. Maybe you’ve eaten the stalks at some point, though the cultivated variety have white flowers. I want to defend this species against accusations that give them a bad reputation; there’s a Spanish expression that says something ended as borage water (it turned out to be of no consequence). The Spanish wikipedia puts it nicely [personal translation]:
The origin of the saying references the subtle flavor and little nutritional value of the stock made of borage, despite its cleaning process and boiling demanding the same care in its preparation as any other more flavorful vegetable.
I talked about this plant in my first newsletter issue, which I sent on June 18th 2020! That’s when I started identifying plants with the PlantNet app (they’re still not my sponsors but I’m still delighted every time I use it) in those first restricted walks during the first waves of covid. I’ve taken a liking to borage, specially its indigo flowers.
That’s all for today. I’ll be extra-grateful if you can send this newsletter issue to a friend who may be interested in my upcoming workshops; you know how hard it gets to find enough attendees.
Thank you for reading, and hasta pronto!
Según wikipedia: del latín petiolus, forma diminutiva de pes, pedis; pie, tronco de una planta. Así que peciolo sería básicamente el piececito que une la hoja al tronco o tallo principal. Me parece un dato importante.
Ya compartí este poema y hablé de su relación con la canción de Mitski en este post de Patreon. Os podéis unir a mi Patreon por tan poco como un euro al mes, y tendréis acceso a todo el contenido exclusivo.
A necessary note here: petiole comes from the Latin petiolus, the diminutive form of pes or pedis: foot. I think we can safely say petiole is the little foot that joins the leaves to the main stalk or trunk. And here’s how we say little foot in Spanish: piececito.
I posted this poem already on Patreon and talked about its context and how it relates to Mitski’s song A Burning Hill. You can join my Patreon for as little as one euro, or one fifty US dollars a month, and get access to all the exclusive content I post there.